Un tejón se aproxima a la cámara situada a unos escasos 35 centímetros. Aunque se trata de una especie muy desconfiada, gracias a un largo y minucioso trabajo de campo, consigo que se acerque lo suficiente para realizar la foto. Para ello utilizo una barrera de infrarrojos y luz artificial procedente de dos flashes situados a 45º. Lo curioso de la imagen es que en el momento en que aparece el animal, la luna está posicionada en lo alto iluminando la escena. Una vez más la suerte me sonríe...
Aunque la instantánea parezca el resultado de una doble exposición, se ha realizado en una sola toma.
La foto ha resultado premiada recientemente con una MENCIÓN DE HONOR en el certamen de fotografía de naturaleza Fotonoja 2017.
Espero que os guste!!
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